Nacemos con dos oídos por una razón muy simple: el cerebro necesita recibir la información proporcionada por los dos órganos auditivos para interpretar y orientar en el espacio los sonidos recibidos.
Es el trabajo en conjunto del sistema auditivo al completo lo que nos permite oír con claridad, detectando el origen y la procedencia del sonido concreto que nos interesa, permitiéndonos de esta manera escuchar selectivamente y hacer interpretaciones y juicios auditivos mucho más precisos.
Generalmente, la pérdida auditiva se produce de forma gradual y simultánea en los dos oídos, por lo que las ayudas deben ser proporcionales con el objetivo de restaurar una sensación de audición natural.
Una comparación explicativa válida es el caso de las gafas graduadas. Para corregir un problema de visión, los ópticos optometristas no prescribimos gafas con lente correctora en un solo ojo. Con una sola lente nuestro paciente vería mejor que sin ayuda visual alguna, pero este desequilibrio en sus gafas le produciría alteraciones de consideración en su función visual, como por ejemplo la perdida de la visión en profundidad.
LOCALIZACIÓN
A la capacidad de detectar la dirección y la distancia de donde procede un sonido se le llama localización y solamente podemos completar esta sensación con la audición simultanea de los dos oídos.
Nuestro sentido del oído funciona de tal manera que, si alguien nos habla desde un lugar alejado, recibiremos el sonido un instante antes en el oído más próximo a la fuente que en el oído más alejado. A continuación de la recepción, cada oído transmite la información sonora al cerebro, que la recibe con la misma diferencia en el tiempo. Esta diferencia en la recepción del sonido es la que nos permite identificar su procedencia.
Dicho de otra manera, no seríamos capaces de identificar la procedencia espacial de un sonido si solamente escucháramos con un oído.
AUDICIÓN EQUILIBRADA
Usar dos audífonos nos permitirá disfrutar de un campo de audición completo, 360º, en lugar de los 180º de zona de escucha que tendríamos con la utilización de uno solo.
Este “efecto estéreo” nos ayudará a percibir con mucha mayor precisión y confianza los sonidos procedentes de todos los lados.
Pongamos por caso, si solamente utilizáramos un audífono y estamos manteniendo una conversación en el medio de dos personas, únicamente escucharíamos con claridad a la persona situada en el lado que coincide con el oído que utiliza el audífono.
MENOR VOLUMEN
Con una audición bien equilibrada en los dos oídos, para conseguir un nivel de audición cómodo y satisfactorio necesitaremos menos volumen en nuestros aparatos auditivos.
El hecho de utilizar menos volumen en nuestros audífonos tiene algunas ventajas a considerar. Entre otras, podríamos destacar, la menor posibilidad de realimentación (el audífono pita permanentemente cuando está colocado), una calidad de sonido menos distorsionada y también importante, menor gasto de cada pila.
MEJOR COMPRESIÓN DEL HABLA
Escuchar con ambos oídos mejora nuestra capacidad para comprender el habla, tanto en situaciones de silencio como en ambientes ruidosos.
La utilización de audífonos de modo binaural (en ambos odios), hará que nos resulte más fácil separar y comprender las voces individuales, especialmente en situaciones de ruido.
En ambientes silenciosos una persona con un solo audífono apenas experimentará dificultades en la escucha, pero en presencia de ruido, el cerebro para discriminar con certidumbre necesita la misma información en ambos odios, para así poder separar los sonidos de modo eficaz y mejorar su capacidad de filtrado natural del ruido molesto.
Nacemos con dos oídos por una buena razón, la audición binaural, con ambos oídos, nos proporciona la capacidad de concentrarnos en un sonido concreto, lo que nos presta una mayor comprensión del habla y de los sonidos que nos rodean.
Utilizando dos audífonos, obtendremos como resultado una disminución del estrés y la ansiedad que nos provocan las audiciones pobres y deficientes, permitiéndonos así disfrutar de una gama completa de sonidos con todos sus matices.